La Colección.
Cocina Urbana. Puerto Madero Este.
..."En el restó La Colección, de la Fundación Fortabat, el arte se da la mano con la cocina, a la manera de los museos más prestigiosos. Es, en sí mismo, una muestra de diseño, blanco de piso a techo, espacioso y luminoso, con una terraza sobre el dock y la ciudad como telón de fondo. La cocina de Darío Gualtieri armoniza en calidad y presentación, sabor y creatividad: cocina urbana, sin delirios, técnicas clásicas, toques de modernidad pero no molecular, buen producto de mercado -orgánicos de su huerta-, de inspiración mediterránea y pizcas exóticas"...
Según las textuales palabras de "Doña Alicia" (Delgado), una de los más respetados y reconocidos críticos de restaurantes de Buenos Aires.
..."Las terrazas de estos lugares son hoy uno de los lugares más pacíficos de la ciudad para disfrutar de un café, un trago o una comida. Entre ellos contamos con el recién nacido restaurante anexo al largamente esperado Museo Fortabat, que se inauguró a fines del año pasado.
El proyecto original fue del distinguido arquitecto Rafael Viñoly, que no gustó a la propietaria de la colección que atesora el actual edificio y fue terminado por otros profesionales en forma funcional e impactante, con amplios espacios lineales y austeros. Con entrada tanto por Olga Cossettini como por Pierina Dealessi se instaló el restaurante del museo, “La Colección”, gestionado por Carlos Esnal, con larga experiencia en el tema (“Katrine”, “Museo Renault”, “Chandon Bar”, “Armani”, etc.), acompañado por su hija Josefina y el chef Lucas Sbarbati. La propuesta, como es normal en estos casos, abarca cafetería (con buenos sandwiches, “croque monsieur”, salmón ahumado y rúcula en pan integral, y pastelería, “cuadri” de dulce de leche con frutos secos, torta de almendras con chocolate blanco), bar y restaurante. Propone, además, un menú ejecutivo, plato y postre más bebidas no alcohólicas y café ($ 55)"...
Fue la opinión del también célebre "Don Fernando" (Vidal Buzzi).
Mr. Restaurant se reserva entonces, el derecho de callarse la boca y escuchar a quienes mas saben.
También se reserva el derecho de decirles que si estos monstruos del preriodísmo gourmet, dicen que el lugar vale la pena...entonces les asegura que vale la pena !
Una vez más, uds sabrán!!
La Colección.
Malecón Pierina Dealessi 140. Dique 4. Puerto Madero Este.
Teléfonos de Reservas. 4312-6162/6356.
Lun. de 12 a 17 , mar. a dom. de 12 a 22, jue. a dom. de 12 a 1.
80 cubiertos; salón de eventos para 150 a 200 personas.
Principales tarjetas. Wi-Fi. Seguridad.
lunes, 31 de octubre de 2011
domingo, 17 de julio de 2011
Belushi Martini Bar. Friend´s Day 2011.
Una idea, un evento y un lugar para los buenos amigos.
Hay un viejo amigo que cuando se refería a Buenos Aires, la llamaba "La Ciudad de la Furia", en honor a la mejor banda de rock surgida de la gran urbe porteña de todos los tiempos.
Hay un viejo amigo que cuando se refería a Buenos Aires, la llamaba "La Ciudad de la Furia", en honor a la mejor banda de rock surgida de la gran urbe porteña de todos los tiempos.
Concretamente, les paso info para un buen festejo para este proximo dia de amigo.
Belushi Martini Bar.
En la palermitana Honduras (al 5333). http://www.belushi.com.ar/
A reservar y disfrutar gente !!!
Chin, chin !
Es otra sugerencia de Mr. Restaurant.
Etiquetas:
Feliz dia del amigo segun Mr. Restaurant.
martes, 5 de julio de 2011
Miércoles 6 de Julio: Aperitivo Nice To Feed You.
Si hay un efecto amortizante de la rutinaria semana laboral, ese efecto se llama miércoles. Claro que sí.
El miércoles es el antídoto del lunes y el martes que corta con la sensación de que el viernes está allá chiquito y a lo lejos. Nos encanta despertar sintiendo que por la noche nos espera un buen plan y estar todo el día pensando solamente en eso.
Salimos de casa un poco más arregladas que ayer y camino al trabajo nos ponemos en contacto con nuestras cómplices after office. 'Chicas: hoy es noche de aperitivos!' Eso sí, con el propósito firme hasta las 6 de la tarde! Nada de terminar de trabajar y empezar con qué frio, qué caro, qué lejos, eh!
Tanto tanto nos divierten los miércoles, que decidimos celebrarlos 'a la europea' e invitarte a compartirlo con nosotras en algo que bautizamos Nice to feed you! Dos veces al mes y siempre en un lugar diferente, nos juntamos a conocernos, comer unas tapas, beber unos aperitivos italianos y bailar... si nos vienen ganas! Sabemos que en el universo Vulevú hay chicas y chicos interesantes y nos pareció buena idea promover el encuentro!
Seguimos con el aperó el miércoles 6 de Julio en The Pick Market, el mercadito del que te hablamos en la Guia un tiempo atrás. Un lugar que despertó otra vez el deseo de hacer la listita, agarrar el carrito ese divino que compramos encaprichadas en al tienda de diseño y salir a hacer las compras!
Desde las 19;30 hs te recomendamos a vos y a tus cómplices para festejar todos juntos que sólo quedan dos días para el fin de semana!!!
Nice to feed you!
Miércoles 6 de Julio, desde 19.30
en The Pick Market.
Libertad 1212.
C.A.B.A.
El miércoles es el antídoto del lunes y el martes que corta con la sensación de que el viernes está allá chiquito y a lo lejos. Nos encanta despertar sintiendo que por la noche nos espera un buen plan y estar todo el día pensando solamente en eso.
Salimos de casa un poco más arregladas que ayer y camino al trabajo nos ponemos en contacto con nuestras cómplices after office. 'Chicas: hoy es noche de aperitivos!' Eso sí, con el propósito firme hasta las 6 de la tarde! Nada de terminar de trabajar y empezar con qué frio, qué caro, qué lejos, eh!
Tanto tanto nos divierten los miércoles, que decidimos celebrarlos 'a la europea' e invitarte a compartirlo con nosotras en algo que bautizamos Nice to feed you! Dos veces al mes y siempre en un lugar diferente, nos juntamos a conocernos, comer unas tapas, beber unos aperitivos italianos y bailar... si nos vienen ganas! Sabemos que en el universo Vulevú hay chicas y chicos interesantes y nos pareció buena idea promover el encuentro!
Seguimos con el aperó el miércoles 6 de Julio en The Pick Market, el mercadito del que te hablamos en la Guia un tiempo atrás. Un lugar que despertó otra vez el deseo de hacer la listita, agarrar el carrito ese divino que compramos encaprichadas en al tienda de diseño y salir a hacer las compras!
Desde las 19;30 hs te recomendamos a vos y a tus cómplices para festejar todos juntos que sólo quedan dos días para el fin de semana!!!
Nice to feed you!
Miércoles 6 de Julio, desde 19.30
en The Pick Market.
Libertad 1212.
C.A.B.A.
martes, 21 de junio de 2011
Video del restaurante Raíz. Palermo. C.A.B.A. Mayo 2011.
En la siempre inquieta y renovada Palermo, hoy puedo compartir con uds, que al mismísimo Mr. Restaurant, se le ha doblado el cuello de tal forma (al pasar por la particular esquina de Soler y Bonpland), que pasados cinco dias, recién terminó de irse el "Tirón". Si se entiende...
Cuestión (y para ser mas sintético y directo), que llamó tanto la atención que gerneró un impacto.
Allí aparece un muy refinado y nuevo restaurante; Raíz.
Por supuesto, se pegó una frenada de aquellas y se procedió a relevar como corresponde. Marketinera, pero periodísticamente hablando. (si se entiende 2)...
Acá va un link a un video de como se creó, diseñó e inauguró este muy buen espacio gastronómico.
Muy creativo, cuidado y realmente me saco el sombrero señores !!!
A disfrutar; http://www.restauranteraiz.com/
Aparte, un par de renglones de sus dueños, con una breve descripción tecnica (según Mr. Restaurant pudo indagar); "En Raíz creemos en la búsqueda, el reencuentro con los orígenes y en la revalorización de aquella historia que hoy la hacemos presente y mañana volverá a ser pasado.
Nuestra propuesta es mantenerlos cerca del menú argentino originadoen sus influencias brindándoles un nuevo esquema sensorial de los platos de siempre, ocupándonos de hacer crecer nuestra identidad culinaria y la profesión de la Gastronomía Argentina".
Soler 5700, (CP 1414). Buenos Aires, Argentina.
Cuestión (y para ser mas sintético y directo), que llamó tanto la atención que gerneró un impacto.
Allí aparece un muy refinado y nuevo restaurante; Raíz.
Por supuesto, se pegó una frenada de aquellas y se procedió a relevar como corresponde. Marketinera, pero periodísticamente hablando. (si se entiende 2)...
Acá va un link a un video de como se creó, diseñó e inauguró este muy buen espacio gastronómico.
Muy creativo, cuidado y realmente me saco el sombrero señores !!!
A disfrutar; http://www.restauranteraiz.com/
Aparte, un par de renglones de sus dueños, con una breve descripción tecnica (según Mr. Restaurant pudo indagar); "En Raíz creemos en la búsqueda, el reencuentro con los orígenes y en la revalorización de aquella historia que hoy la hacemos presente y mañana volverá a ser pasado.
Nuestra propuesta es mantenerlos cerca del menú argentino originadoen sus influencias brindándoles un nuevo esquema sensorial de los platos de siempre, ocupándonos de hacer crecer nuestra identidad culinaria y la profesión de la Gastronomía Argentina".
Soler 5700, (CP 1414). Buenos Aires, Argentina.
Aguardo los comentarios de aquellos que valoren esta info y puedan conocer y disfrutar de Raíz. Esta recomendable experiencia que nos ofrece, una esquina cualquiera de nuestra tan cosmopolita como querida ciudad.
Mr. Restaurant.
jueves, 3 de febrero de 2011
Dos Davids contra varios Goliats en Zona Norte !
Estimados lectores.
Ante esta primera (y para mi muy emotiva) oportunidad de escribir en nuestra querida Revista Masterwine, lo primero que se me vino a la mente, como idea para compartir con todos ustedes, fue hacer un simple paseo y descripción de mi barrio de toda la vida.
Reconozco que no se “me cayó una gran idea”, pero vean que es bastante interesante y llamativa por la gran propuesta que hay en su conjunto.
Después de haber recorrido y conocido personalmente cientos de restaurantes y de años de estar vinculado con ellos, tuve como les anticipé, la simple idea de empezar por lo más cercano.
En el reconocido "Corredor del Libertador" (por la avenida en la zona norte, entre Martínez y San Isidro), se encuentra lo que me animo a definir, como "La Selección Nacional de Restaurantes".
Creo no equivocarme si digo que puntualmente esa zona, es la que concentra la mayor cantidad de primeras marcas de la plaza gastronómica.
Lo mejor, de lo mejor, si señores, la “Primera A”, en términos deportivos.
Incluso más aún que en por ejemplo Las Cañitas, Puerto Madero o bien Palermo (y sus múltiples derivados)...
Si venimos desde la mano de Capital Federal hacia el norte, podemos venir en auto o en el "168" (cuantas veces lo tomé para ir al colegio ida y vuelta…años !!!), nos encontramos de entrada primero con dos presencias muy fuertes y gourmet; Itamae Sushi (sin palabras por lo bueno en todo, desde su simple entrada con zanahorias en bastoncitos y ese quesito…), Elsinor (saludos a Vanina, mi estimada colega y sin dudas una de las mejores manager de restaurantes que he conocido en estos diez años).
También enseguida, Las Olas Boulevard (muy lindo e imponente por fuera, deja bastante que desear en lo que a la comida se refiere) y The Starbucks Cóffee (recién inaugurado).
Luego, unas dos o tres cuadras mas adelante, aparece otra marca muy importante, ni mas ni menos que Novecento (quizás el Messi de esta selección, aunque esta opinión no sea unánime, ni venga al caso).
Una cuadra después, aparece Burger King (en el local donde antes estaba Tante, el mismo que hoy disfrutamos en Pinamar y Cariló).
Dos cuadras más para el norte, hace su aparición un "peso pesado" desde siempre y bien autóctono de la zona, Pepino.
Pasan las cuadras y siguen apareciendo "monstruos o más bien Goliats", tales como La Parolaccia, Vía Flaminia, The Embers, Kansas, Romario, Las Tipas, Sushi Club y Pizza Cero.
Por si tuviera que poner o sugerir algo en formato “Cartelera de novedades”, sin dudas destaco los recientes (y bienvenidos) arribos de TGI Friday´s y Yokos Sushi Bar & China Grill.
El primero, con toda su artillería pesada, se presenta en una imponente esquina (la ex de Blockbuster, frente a Kansas y Romario).
Por el lado de Yokos, con su know how bien ganado desde sus consolidadas posiciones de Palermo Hollywood, Pilar y Pinamar, pone un pié en nuestra querida avenida.
Con su inteligente consigna de “no solo sushi”, sino que también las delicias calientes desde el más tradicional de los estilos wok del lejano oriente.
A nivel ambientación, como siempre bien “Palermitano”, con un poquito de “punchi punchi”, pero muy suave y bien maridado con la carta y los tragos sugeridos.
Bueno, volviendo un poco al título y concepto de la nota, entre tantos grandes exponentes (Goliats), aparecen dos pequeños pero excelentes y muy bien cuidados espacios; Kitano Restó y O' Farrell, que les aseguro, dan pelea y para nada pasan desapercibidos.
En esta primera ocasión, me voy a dedicar a este último, O’Farrell.
En otra próxima entrada, prometo mencionar y dedicarle sus merecidos renglones a Kitano (donde hoy mismo almorcé un excelente combo fusión de mediodía)...y que es de mi amigo Andrés Oalvide (un capo super creativo !!!).
Volviendo a O' Farrell, que desde Martinez creó un estilo que lo llevó a ser uno de los mejores también en Manantiales, de Punta del Este y según lo que mi propia experiencia, sazonado con lo que la web me ofreció, les paso una ensalada con su perfil e historial.
El restaurant nace en San Isidro en el 2000 de la mano de Hubert y Pamela O'Farrell, una pareja de entrepreneurs apasionados por la alta cocina.
Este exclusivo restaurante ofrece la cocina de autor de Hubert, quien "apuesta a una cocina creativa con foco a la excelencia del producto, la exactitud de los puntos de cocción y la constante sutileza de los sabores y de los contrastes de textura"
Ambiente cálido y acogedor con un servicio que se brinda para cuidar cada detalle. Al mediodía, menús ágiles & livianos y la posibilidad de comer a la carta para almuerzos formales o de negocios. Más de 500 etiquetas de seleccionados vinos provenientes de las regiones más representativas de todo el mundo conforman la importante carta de vinos. O´Farrell prepara además menús degustación maridando sus exquisitas creaciones con selectos vinos logrando que ambos se potencien y sorprendan al paladar. O’Farrell cuenta con una sucursal en Manantiales, Punta del Este y ofrece un servicio de Catering personalizado.
ARGENTINA URUGUAY
Av. del Libertador 15.274. Acassuso 1641- Buenos Aires. Tel: 4742-4869
Calle Punta del Este y Ruta 10 (Km. 164).Manantiales Tel: 5498 42-774331
Entonces señores, quedan invitados a disfrutar con ganas de lo bueno y espero se hayan divertido !!
Prometo seguir atento por las calles de nuestra infinita ciudad y además a seguir “cyber buscando” este tipo de cosas, para compartirlas con todos ustedes, desde esta, nuestra humilde columna.
Salud !
Ante esta primera (y para mi muy emotiva) oportunidad de escribir en nuestra querida Revista Masterwine, lo primero que se me vino a la mente, como idea para compartir con todos ustedes, fue hacer un simple paseo y descripción de mi barrio de toda la vida.
Reconozco que no se “me cayó una gran idea”, pero vean que es bastante interesante y llamativa por la gran propuesta que hay en su conjunto.
Después de haber recorrido y conocido personalmente cientos de restaurantes y de años de estar vinculado con ellos, tuve como les anticipé, la simple idea de empezar por lo más cercano.
En el reconocido "Corredor del Libertador" (por la avenida en la zona norte, entre Martínez y San Isidro), se encuentra lo que me animo a definir, como "La Selección Nacional de Restaurantes".
Creo no equivocarme si digo que puntualmente esa zona, es la que concentra la mayor cantidad de primeras marcas de la plaza gastronómica.
Lo mejor, de lo mejor, si señores, la “Primera A”, en términos deportivos.
Incluso más aún que en por ejemplo Las Cañitas, Puerto Madero o bien Palermo (y sus múltiples derivados)...
Si venimos desde la mano de Capital Federal hacia el norte, podemos venir en auto o en el "168" (cuantas veces lo tomé para ir al colegio ida y vuelta…años !!!), nos encontramos de entrada primero con dos presencias muy fuertes y gourmet; Itamae Sushi (sin palabras por lo bueno en todo, desde su simple entrada con zanahorias en bastoncitos y ese quesito…), Elsinor (saludos a Vanina, mi estimada colega y sin dudas una de las mejores manager de restaurantes que he conocido en estos diez años).
También enseguida, Las Olas Boulevard (muy lindo e imponente por fuera, deja bastante que desear en lo que a la comida se refiere) y The Starbucks Cóffee (recién inaugurado).
Luego, unas dos o tres cuadras mas adelante, aparece otra marca muy importante, ni mas ni menos que Novecento (quizás el Messi de esta selección, aunque esta opinión no sea unánime, ni venga al caso).
Una cuadra después, aparece Burger King (en el local donde antes estaba Tante, el mismo que hoy disfrutamos en Pinamar y Cariló).
Dos cuadras más para el norte, hace su aparición un "peso pesado" desde siempre y bien autóctono de la zona, Pepino.
Pasan las cuadras y siguen apareciendo "monstruos o más bien Goliats", tales como La Parolaccia, Vía Flaminia, The Embers, Kansas, Romario, Las Tipas, Sushi Club y Pizza Cero.
Por si tuviera que poner o sugerir algo en formato “Cartelera de novedades”, sin dudas destaco los recientes (y bienvenidos) arribos de TGI Friday´s y Yokos Sushi Bar & China Grill.
El primero, con toda su artillería pesada, se presenta en una imponente esquina (la ex de Blockbuster, frente a Kansas y Romario).
Por el lado de Yokos, con su know how bien ganado desde sus consolidadas posiciones de Palermo Hollywood, Pilar y Pinamar, pone un pié en nuestra querida avenida.
Con su inteligente consigna de “no solo sushi”, sino que también las delicias calientes desde el más tradicional de los estilos wok del lejano oriente.
A nivel ambientación, como siempre bien “Palermitano”, con un poquito de “punchi punchi”, pero muy suave y bien maridado con la carta y los tragos sugeridos.
Bueno, volviendo un poco al título y concepto de la nota, entre tantos grandes exponentes (Goliats), aparecen dos pequeños pero excelentes y muy bien cuidados espacios; Kitano Restó y O' Farrell, que les aseguro, dan pelea y para nada pasan desapercibidos.
En esta primera ocasión, me voy a dedicar a este último, O’Farrell.
En otra próxima entrada, prometo mencionar y dedicarle sus merecidos renglones a Kitano (donde hoy mismo almorcé un excelente combo fusión de mediodía)...y que es de mi amigo Andrés Oalvide (un capo super creativo !!!).
Volviendo a O' Farrell, que desde Martinez creó un estilo que lo llevó a ser uno de los mejores también en Manantiales, de Punta del Este y según lo que mi propia experiencia, sazonado con lo que la web me ofreció, les paso una ensalada con su perfil e historial.
El restaurant nace en San Isidro en el 2000 de la mano de Hubert y Pamela O'Farrell, una pareja de entrepreneurs apasionados por la alta cocina.
Este exclusivo restaurante ofrece la cocina de autor de Hubert, quien "apuesta a una cocina creativa con foco a la excelencia del producto, la exactitud de los puntos de cocción y la constante sutileza de los sabores y de los contrastes de textura"
Ambiente cálido y acogedor con un servicio que se brinda para cuidar cada detalle. Al mediodía, menús ágiles & livianos y la posibilidad de comer a la carta para almuerzos formales o de negocios. Más de 500 etiquetas de seleccionados vinos provenientes de las regiones más representativas de todo el mundo conforman la importante carta de vinos. O´Farrell prepara además menús degustación maridando sus exquisitas creaciones con selectos vinos logrando que ambos se potencien y sorprendan al paladar. O’Farrell cuenta con una sucursal en Manantiales, Punta del Este y ofrece un servicio de Catering personalizado.
ARGENTINA URUGUAY
Av. del Libertador 15.274. Acassuso 1641- Buenos Aires. Tel: 4742-4869
Calle Punta del Este y Ruta 10 (Km. 164).Manantiales Tel: 5498 42-774331
Entonces señores, quedan invitados a disfrutar con ganas de lo bueno y espero se hayan divertido !!
Prometo seguir atento por las calles de nuestra infinita ciudad y además a seguir “cyber buscando” este tipo de cosas, para compartirlas con todos ustedes, desde esta, nuestra humilde columna.
Salud !
miércoles, 2 de febrero de 2011
Los 10 mejores restaurantes ochentosos de Buenos Aires.
Estimados lectores.
Una vez mas, encontré algo digno para compartir con todos uds.
En este caso y recomendado por Cecilia Boullosa (alguien a quien respeto y leo mucho), la propuesta es revivir aquellos días en que los mozos te trataban de usted y el postre de moda era el "panqueque al rhum".
Epocas en la que sonaban en los walkmans frases como "esas motos que van a mil"...o "tuya, tuya, luna de miel"...
Gastronómicamente hablando, hubo un tiempo en que Palermo Viejo era un barrio de casa bajas, Puerto Madero un puerto semi abandonado, y Cañitas eran las voladoras. Salir a comer en los años 80 era muy diferente a lo que es hoy: no había restaurantes étnicos, los menús tenían 15 páginas y los mozos eran todos hombres. Pasaron tres décadas y muchos de los restaurantes que estaban de moda en aquella época hoy se mantienen y, aún siin haberse modernizado casi nada, siguen siendo recomendables. Estos son los mejores para comer bien y hacer de cuenta que afuera es 1986.
1. El Palacio de la Papa Frita.
Fue creado por Ramiro Rodriguez Pardo, una leyenda viviente de la cocina argentina, y si bien tiene más de 50 años, tuvo su auge en los 80. Sus papas soufflé ya son patrimonio histórico de la ciudad. Mozos de moño, paredes de madera y toda la "trayectoria, buen gusto y tradición" que ofrecían los restaurantes ochentosos mientras la inflación hacía estragos y Leo Sbaraglia la rompía en Clave de Sol.
(Av. Corrientes 1612, Microcentro / T. 4374-8063)
2. El Nuevo Hermann.
Para darse una idea de cuán ochentoso puede ser este restaurante, basta con decir que un habitué de la casa es Juan Carlos Calabro, que va a cenar con su esposa Coca. Cocina alemana y porteña vintage, con un poco de olor a viejo que, más que molestar, emociona. ¿El mejor plato? Las costillas de cerdo ahumado están bastante bien.
(Güemes 4202, Palermo / T. 4831-8904)
3. Luigi.
Grandes cortinados rojos sobre las ventanas, platos con el nombre del restaurante impreso y mozos de moño ajustado. Lo único que le falta es que el menú tenga los precios en Australes. Silencioso y familiar a la vez, Luigi tiene un pelotero que no se actualiza desde los años de Las Trillizas de Oro y estacionamiento gratis. A la hora de comer, pastas y minutas. No busques nada más rebuscado que eso.
(Pringles 1210, Palermo / T. 4864-2303)
4. La Cantina de David.
Aunque haya conocido tiempo mejores, cumple con todas las premisas de un restaurante ochentoso: porciones abundantes, mozos de carrera y una carta extensísima. Siempre ligado a la historia de River Plate, aquí solían venir a brindar Enzo Francescoli, Antonio Alzamendi, Hugo Santilli, y el Bambino Veira cuando el club todavía tenía motivos para brindar.
(Córdoba 6299, Chacarita / T. 4553-5613)
5. Los Platitos.
Un clásico para sentarse en esta barra a comer uno de los mejores sándwiches de cuadril de la ciudad ($24) con unas papas rejilla ($15). El restaurante de Antonio Bianco, anterior dueño de Los Patitos (hubo confusiones históricas alrededor de estos dos nombres) es el último de la costanera (número 57) y la única concesión a la modernidad que hizo en todos estos años fue instalar wi-fi. El resto -las sillas, las plantas colgantes, las paredes revestidas en machimbre y los tubos fluorescentes- es idéntico a cómo era hace 25 años.
(Rafael Obligado s/n Puesto 57. / T. 4781-1499)
6. Aquellos Años.
Otro clásico de la Costanera Norte. Si bien funciona desde 2001 con esta marca, todos lo siguen llamando por su nombre histórico: Los Años Locos. En los 80 era LA parrilla de Buenos Aires. Tiene una capacidad de 330 cubiertos y algunos detalles que resisten incólumes al tiempo: los techos abovedados, el salpicré de las paredes exteriores, los mozos atildados y eficientes (todos hombres, claro). De su carta son recomendables las achuras: mollejas de corazón ($50) y chinchulines de cordero ($36). También se puede comer criadillas ($30) y el asado especial, un costillar ancho, cuyo precio varía según el día, pero ronda los $155 (para 4 personas).
7. Antigua Munich.
Hoy conocemos restaurantes indios, rusos, croatas y japoneses, pero en algún momento lo más "étnico" que se podía probar en Buenos Aires era la cocina alemana, que pronto se convirtió en moda. La Antigua Munich es un estandarte de esos tiempos y resiste gracias a una clientela fiel y nostálgica. Sus platos, sin embargo, hoy son más "internacionales". Entre los más famosos están todas las variedades de supremas ($34,50), incluida la Maryland y la Munich, y el bife de chorizo ($46,50). La ambientación se quedó en el tiempo: boxes de madera, mucha planta de interior y arañas de hierro forjado. El precio promedio es de $90.
(Monroe 2444, Belgrano / T. 4784-1989)
8. The Embers.
"The first american restaurant in Argentina", dice su carta en obligatorios colores azul, rojo y blanco. Con aires de merendero y bar de ruta 66, el treintañero que visite The Embers no podrá evitar que se le piante un lagrimón cuando sienta el aroma a pollo frito en canasta ($34) y pruebe las clásicas hamburguesas (combo con papas fritas y bebida, $26). Los postres (waffles dulces y salados, panqueques y lemon pie) salen pinchados con banderitas de países. Para hacerla completa, milkshake de frutilla o chocolate ($19) en vaso grande congelado. Un auténtico deja vú gastronómico.
(Av. Del Libertador 14638, Martinez / T. 4792-1347)
9. La Chacra.
Ir a La Chacra en los 80 era como ir hoy a Cabaña Las Lilas o a La Cabrera. Si querías que un extranjero conociera la mejor carne argentina, éste era el lugar, con sus emblemáticas vacas embalsamadas dando la bienvenida sobre avenida Córdoba y su asador a la vista. Hoy podés comer un buen bife de lomo a precio simil Palermo, y lo podés ochentizar la entrada con una copa de langostinos, y el postre con un panqueque quemado al rhum.
(Av.Córdoba 941, Centro / T. 4322-1409)
10. Zum Edelweiss.
A tiro de los teatros de Corrientes y con un ambiente reservado, Edelweiss era el elegido de actores, famosos y cholulos. En estas mesas cenaron Jorge Porcel, Javier Portales, Tristán, Ricardo Espalter, Susana Romero, y toda la farándula de la época. Además, Edelweiss era uno de los auspiciantes de Fútbol de Primera cuando iba por ATC y los partidos eran relatados a desgano por Mauro Viale. Está abierto hasta las 3 de la mañana, así que es ideal para ir después del teatro y ver si te cruzás con Nito Artaza. Entre sus clásicos esta el gulash ($40) y el chambonon eisbe con chucrut ($51). Los postres son los de siempre: don Pedro ($27), charlotte ($21) y almendrado ($20).
(Libertad 431, Centro / T. 4382-3351).
Espero que los mayores de 40, hayan disfrutado de este pequeño recorrido por su asolescencia y juventud. Un merecido homenaje a aquella década... brindo por los 80s, chin, chin !!
Fuente Planeta Joy.
Mr. Restaurante.
En este caso y recomendado por Cecilia Boullosa (alguien a quien respeto y leo mucho), la propuesta es revivir aquellos días en que los mozos te trataban de usted y el postre de moda era el "panqueque al rhum".
Epocas en la que sonaban en los walkmans frases como "esas motos que van a mil"...o "tuya, tuya, luna de miel"...
Gastronómicamente hablando, hubo un tiempo en que Palermo Viejo era un barrio de casa bajas, Puerto Madero un puerto semi abandonado, y Cañitas eran las voladoras. Salir a comer en los años 80 era muy diferente a lo que es hoy: no había restaurantes étnicos, los menús tenían 15 páginas y los mozos eran todos hombres. Pasaron tres décadas y muchos de los restaurantes que estaban de moda en aquella época hoy se mantienen y, aún siin haberse modernizado casi nada, siguen siendo recomendables. Estos son los mejores para comer bien y hacer de cuenta que afuera es 1986.
1. El Palacio de la Papa Frita.
Fue creado por Ramiro Rodriguez Pardo, una leyenda viviente de la cocina argentina, y si bien tiene más de 50 años, tuvo su auge en los 80. Sus papas soufflé ya son patrimonio histórico de la ciudad. Mozos de moño, paredes de madera y toda la "trayectoria, buen gusto y tradición" que ofrecían los restaurantes ochentosos mientras la inflación hacía estragos y Leo Sbaraglia la rompía en Clave de Sol.
(Av. Corrientes 1612, Microcentro / T. 4374-8063)
2. El Nuevo Hermann.
Para darse una idea de cuán ochentoso puede ser este restaurante, basta con decir que un habitué de la casa es Juan Carlos Calabro, que va a cenar con su esposa Coca. Cocina alemana y porteña vintage, con un poco de olor a viejo que, más que molestar, emociona. ¿El mejor plato? Las costillas de cerdo ahumado están bastante bien.
(Güemes 4202, Palermo / T. 4831-8904)
3. Luigi.
Grandes cortinados rojos sobre las ventanas, platos con el nombre del restaurante impreso y mozos de moño ajustado. Lo único que le falta es que el menú tenga los precios en Australes. Silencioso y familiar a la vez, Luigi tiene un pelotero que no se actualiza desde los años de Las Trillizas de Oro y estacionamiento gratis. A la hora de comer, pastas y minutas. No busques nada más rebuscado que eso.
(Pringles 1210, Palermo / T. 4864-2303)
4. La Cantina de David.
Aunque haya conocido tiempo mejores, cumple con todas las premisas de un restaurante ochentoso: porciones abundantes, mozos de carrera y una carta extensísima. Siempre ligado a la historia de River Plate, aquí solían venir a brindar Enzo Francescoli, Antonio Alzamendi, Hugo Santilli, y el Bambino Veira cuando el club todavía tenía motivos para brindar.
(Córdoba 6299, Chacarita / T. 4553-5613)
5. Los Platitos.
Un clásico para sentarse en esta barra a comer uno de los mejores sándwiches de cuadril de la ciudad ($24) con unas papas rejilla ($15). El restaurante de Antonio Bianco, anterior dueño de Los Patitos (hubo confusiones históricas alrededor de estos dos nombres) es el último de la costanera (número 57) y la única concesión a la modernidad que hizo en todos estos años fue instalar wi-fi. El resto -las sillas, las plantas colgantes, las paredes revestidas en machimbre y los tubos fluorescentes- es idéntico a cómo era hace 25 años.
(Rafael Obligado s/n Puesto 57. / T. 4781-1499)
6. Aquellos Años.
Otro clásico de la Costanera Norte. Si bien funciona desde 2001 con esta marca, todos lo siguen llamando por su nombre histórico: Los Años Locos. En los 80 era LA parrilla de Buenos Aires. Tiene una capacidad de 330 cubiertos y algunos detalles que resisten incólumes al tiempo: los techos abovedados, el salpicré de las paredes exteriores, los mozos atildados y eficientes (todos hombres, claro). De su carta son recomendables las achuras: mollejas de corazón ($50) y chinchulines de cordero ($36). También se puede comer criadillas ($30) y el asado especial, un costillar ancho, cuyo precio varía según el día, pero ronda los $155 (para 4 personas).
7. Antigua Munich.
Hoy conocemos restaurantes indios, rusos, croatas y japoneses, pero en algún momento lo más "étnico" que se podía probar en Buenos Aires era la cocina alemana, que pronto se convirtió en moda. La Antigua Munich es un estandarte de esos tiempos y resiste gracias a una clientela fiel y nostálgica. Sus platos, sin embargo, hoy son más "internacionales". Entre los más famosos están todas las variedades de supremas ($34,50), incluida la Maryland y la Munich, y el bife de chorizo ($46,50). La ambientación se quedó en el tiempo: boxes de madera, mucha planta de interior y arañas de hierro forjado. El precio promedio es de $90.
(Monroe 2444, Belgrano / T. 4784-1989)
8. The Embers.
"The first american restaurant in Argentina", dice su carta en obligatorios colores azul, rojo y blanco. Con aires de merendero y bar de ruta 66, el treintañero que visite The Embers no podrá evitar que se le piante un lagrimón cuando sienta el aroma a pollo frito en canasta ($34) y pruebe las clásicas hamburguesas (combo con papas fritas y bebida, $26). Los postres (waffles dulces y salados, panqueques y lemon pie) salen pinchados con banderitas de países. Para hacerla completa, milkshake de frutilla o chocolate ($19) en vaso grande congelado. Un auténtico deja vú gastronómico.
(Av. Del Libertador 14638, Martinez / T. 4792-1347)
9. La Chacra.
Ir a La Chacra en los 80 era como ir hoy a Cabaña Las Lilas o a La Cabrera. Si querías que un extranjero conociera la mejor carne argentina, éste era el lugar, con sus emblemáticas vacas embalsamadas dando la bienvenida sobre avenida Córdoba y su asador a la vista. Hoy podés comer un buen bife de lomo a precio simil Palermo, y lo podés ochentizar la entrada con una copa de langostinos, y el postre con un panqueque quemado al rhum.
(Av.Córdoba 941, Centro / T. 4322-1409)
10. Zum Edelweiss.
A tiro de los teatros de Corrientes y con un ambiente reservado, Edelweiss era el elegido de actores, famosos y cholulos. En estas mesas cenaron Jorge Porcel, Javier Portales, Tristán, Ricardo Espalter, Susana Romero, y toda la farándula de la época. Además, Edelweiss era uno de los auspiciantes de Fútbol de Primera cuando iba por ATC y los partidos eran relatados a desgano por Mauro Viale. Está abierto hasta las 3 de la mañana, así que es ideal para ir después del teatro y ver si te cruzás con Nito Artaza. Entre sus clásicos esta el gulash ($40) y el chambonon eisbe con chucrut ($51). Los postres son los de siempre: don Pedro ($27), charlotte ($21) y almendrado ($20).
(Libertad 431, Centro / T. 4382-3351).
Espero que los mayores de 40, hayan disfrutado de este pequeño recorrido por su asolescencia y juventud. Un merecido homenaje a aquella década... brindo por los 80s, chin, chin !!
Fuente Planeta Joy.
Mr. Restaurante.
sábado, 29 de enero de 2011
Menú del día; dos libros riquísimos !!!
El acto de cocinar y de comer provoca la reunión alrededor de una mesa, con amigos, familia o... simplemente con uno mismo. El deseo de compartir este gran placer es lo que llevó a Eloise Alemany a proyectar Libro de cocina: relatos argentinos, una suerte de álbum cultural en el que 24 personajes de Buenos Aires revelan sus recetas más queridas.
A lo largo de un año, esta consultora creativa fue recopilando experiencias gastronómicas, anécdotas de cocina y recetas personales elaboradas por un conjunto de personas vinculadas al mundo del arte, la moda, la arquitectura, el diseño, la vida cotidiana argentina y claro, la gastronomía. Entre ellos están Martín Churba, Lola Goldstein, Marcia Krygier, Valeria Pesqueira, Guillermo Ueno y Martín Sabater.
De familia francesa, Eloise nació y creció en Tokio, donde la comida ocupa real protagonismo en la vida cotidiana. Allí comenzó a entrenar el paladar, probando distintas recetas que preparaba su madre y otras que encontraba en los libros de la biblioteca del colegio. Después de trabajar varios años en la industria de la moda y conocer a un sin fin de artistas, notó que para muchos la cocina era otra forma de expresar creatividad. Así fue que pensó en ligar ambos mundos en un libro de fotografía que se entrometa en las cocinas de personajes diversos: una psicóloga, una diseñadora de indumentaria o una artista plástica.
Eloise empezó a trabajar sobre la idea mientras vivía enondres y cuando la situación cambió y se mudó a Buenos Aires, tuvo que adaptarlo al contexto local. Volvió a empezar y el libro terminó por transformarse en una celebración de la cultura argentina y su gente. Se reunió con cada uno de los cocineros para charlar sobre sus vínculos con la comida y aquello que les gustaría preparar. Luegó definió las recetas y a través de las lentes de los fotógrafos Andrés Lehmann, Alina Schwarcz, Guillermo Ueno y Ana Armendariz, capturó el ritual.
Impulsada por la felicidad que le trajo su libro, Eloise motivó otra iniciativa: la de su madre Pascale y la publicación de Cuaderno dulce. Oriunda de Reims, cuarta hija de una familia numerosa y con un talento excepcional por la pastelería, Pascale conoce los postres franceses como pocos. Casada con un joven diplomático, lo siguió hasta Japón y allí, alentada por la curiosidad de las mujeres orientales por la cocina gala, volvió sobre sus pasos, tomó su antiguo cuaderno espiralado con miles de secretos y comenzó a dar clases de gastronomía francesa. Fue profesora de Art de la table (Arte de la buena mesa) y de cocina familiar en el Cordon Bleu de Tokio y actualmente enseña en París.
Cuaderno dulce reúne los grandes clásicos de la repostería francesa combinando simplicidad y refinamiento. Crème brûlée, mousse au chocolat amer, tarte tatin y madeleines son algunas de las tantas delicias que recopila Pascale, junto a una bella edición de fotografías de Andrés Lehmann que no hacen más que agua en la boca.
Eloise y Pascale sin dudas conservan la tradición, no sólo de la buena cocina, sino del placer de compartir la mesa, de abrir las puertas e invitarnos a meter las manos en la masa!
Para conseguir Libro de cocina-Relatos Argentinos y Cuaderno dulce: www.hello-kitchen.com
A lo largo de un año, esta consultora creativa fue recopilando experiencias gastronómicas, anécdotas de cocina y recetas personales elaboradas por un conjunto de personas vinculadas al mundo del arte, la moda, la arquitectura, el diseño, la vida cotidiana argentina y claro, la gastronomía. Entre ellos están Martín Churba, Lola Goldstein, Marcia Krygier, Valeria Pesqueira, Guillermo Ueno y Martín Sabater.
De familia francesa, Eloise nació y creció en Tokio, donde la comida ocupa real protagonismo en la vida cotidiana. Allí comenzó a entrenar el paladar, probando distintas recetas que preparaba su madre y otras que encontraba en los libros de la biblioteca del colegio. Después de trabajar varios años en la industria de la moda y conocer a un sin fin de artistas, notó que para muchos la cocina era otra forma de expresar creatividad. Así fue que pensó en ligar ambos mundos en un libro de fotografía que se entrometa en las cocinas de personajes diversos: una psicóloga, una diseñadora de indumentaria o una artista plástica.
Eloise empezó a trabajar sobre la idea mientras vivía enondres y cuando la situación cambió y se mudó a Buenos Aires, tuvo que adaptarlo al contexto local. Volvió a empezar y el libro terminó por transformarse en una celebración de la cultura argentina y su gente. Se reunió con cada uno de los cocineros para charlar sobre sus vínculos con la comida y aquello que les gustaría preparar. Luegó definió las recetas y a través de las lentes de los fotógrafos Andrés Lehmann, Alina Schwarcz, Guillermo Ueno y Ana Armendariz, capturó el ritual.
Impulsada por la felicidad que le trajo su libro, Eloise motivó otra iniciativa: la de su madre Pascale y la publicación de Cuaderno dulce. Oriunda de Reims, cuarta hija de una familia numerosa y con un talento excepcional por la pastelería, Pascale conoce los postres franceses como pocos. Casada con un joven diplomático, lo siguió hasta Japón y allí, alentada por la curiosidad de las mujeres orientales por la cocina gala, volvió sobre sus pasos, tomó su antiguo cuaderno espiralado con miles de secretos y comenzó a dar clases de gastronomía francesa. Fue profesora de Art de la table (Arte de la buena mesa) y de cocina familiar en el Cordon Bleu de Tokio y actualmente enseña en París.
Cuaderno dulce reúne los grandes clásicos de la repostería francesa combinando simplicidad y refinamiento. Crème brûlée, mousse au chocolat amer, tarte tatin y madeleines son algunas de las tantas delicias que recopila Pascale, junto a una bella edición de fotografías de Andrés Lehmann que no hacen más que agua en la boca.
Eloise y Pascale sin dudas conservan la tradición, no sólo de la buena cocina, sino del placer de compartir la mesa, de abrir las puertas e invitarnos a meter las manos en la masa!
Para conseguir Libro de cocina-Relatos Argentinos y Cuaderno dulce: www.hello-kitchen.com
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Lectura gourmet. Leer para saber comer...
Cena romantica en un castillo Normando.
Estimados lectores de Mr. Restaurant, en este caso, les acerco una propuesta gourmet muy romantica y realmente bien distinta.
Como bien dice el título de esta nota, hablaremos de una cena romantica en un castillo Normando.
A solo una hora de la ciudad.... a disfrutar de La Candelaria !!
Todo empezó con una historia de amor: Don Orestes Piñeiro toma como esposa a Candelaria del Mármol y nombra a la estancia en su honor. Adoptan a una niña, Rebeca, que será desposada por Don Manuel Fraga. Ella se dedicará a obras de caridad, él a tareas rurales. Fallecido Don Manuel, Rebeca continuó la labor en la estancia con su cuñado Don Roberto Fraga, que con 6 hijos de dos matrimonios supo poblar la estancia y repartir tareas. Más tarde la estancia fue comprada por sus actuales dueños, que abrieron las puertas de este castillo y la historia de esta familia.
Lo primero que vas a pensar cuando estés en frente del castillo es que estás en Francia. Lo segundo, que morís por entrar. Lo tercero, que vivir en La Candelaria es el sueño de toda princesa. Construida dentro de un parque de 8000 hectáreas, no es un hotel de lujo ni un spa: es una verdadera estancia del siglo pasado con más de 170 años de historia. Toda esta magia, a cargo de un equipo francés de primera línea: el arquitecto Albert Favre, el constructor Moliere y el paisajista Carlos Thays (¡hay más de 240 especies de flora!). En La Candelaria no sólo te vas a alejar del ruido de la ciudad y a descasar en un lugar verde: vas a poder pasear en sulkys antiguos, disfrutar de caminatas por el bosque, practicar deportes, degustar los más tradicionales sabores porteños o jugar al polo, entre otras actividades. Para que termines de tentarte, ¿recorremos La Candelaria?
Dentro del castillo hay 10 habitaciones: 8 clásicas y 2 suites, que ya son un capricho exquisito, porque en las clásicas hay más de lo que podríamos desear! Los empapelados de la pared, las cómodas, las mesas de luz, las camas y roperos estilo Luis XV y Luis XVI, los descansos iluminados con vitraux franceses, los ventanales con vista al parque, los sillones de pana…todo nos transporta a épocas pasadas, y nos recuerda a personajes de Mujercitas, Orgullo y Prejuicio y, por qué no, Lo que el viento se llevó. Si esto te resulta o muy de novela o muy lujoso, en otra de las construcciones del parque, una alternativa rústica y campestre: las habitaciones coloniales con hogar a leña. ¡Pero hay más! Si tu espíritu, en cambio, es aventurero, tenés que dormir en el Molino Holandés (¡no es sólo un nombre lindo, tiene verdadera forma de molino!) o en los Bungalows del bosque. Un dato divertido: en el bosque se esconden liebres, zorros, hures y comadrejas.
Además de ofrecer mágicas estadías, La Candelaria está equipada para todo tipo de eventos: empresariales, sociales, family days y producciones fotográfica. Para las más dulces y románticas bodas, la estancia cuenta con su propia capilla y carruajes antiguos con majestuoso caballos blancos! Y hablando de amores…una promo pensada para nosotras: los viernes románticos de La Candelaria ofrecen estadías exclusivas para parejas. ¿Cómo es el plan? Tu príncipe te busca por tu trabajo a las 17. Llegan a La Candelaria a las 18, recorren el castillo, brindan con champagne, cenan a la luz de las velas en un salón encantado y pasan la noche en una de las increíbles suites de la estancia. Al día siguiente: desayuno, almuerzo, merienda y fiesta gaucha, un festejo tan autóctono como original, con partido de polo, visita guiada dentro del Castillo, demostración gastronómica, show folclórico y destreza gaucha.
Elegí tu mejor vestido, porque vas a volver hecha una princesa.
Estancia La Candelaria.
www.estanciacandelaria.com
Ruta Nacional Nº 205, km 114, 5
Lobos, provincia de Buenos Aires
(02227) 424404 / 494132 / 494473
info@estanciacandelaria.com
Como bien dice el título de esta nota, hablaremos de una cena romantica en un castillo Normando.
A solo una hora de la ciudad.... a disfrutar de La Candelaria !!
Todo empezó con una historia de amor: Don Orestes Piñeiro toma como esposa a Candelaria del Mármol y nombra a la estancia en su honor. Adoptan a una niña, Rebeca, que será desposada por Don Manuel Fraga. Ella se dedicará a obras de caridad, él a tareas rurales. Fallecido Don Manuel, Rebeca continuó la labor en la estancia con su cuñado Don Roberto Fraga, que con 6 hijos de dos matrimonios supo poblar la estancia y repartir tareas. Más tarde la estancia fue comprada por sus actuales dueños, que abrieron las puertas de este castillo y la historia de esta familia.
Lo primero que vas a pensar cuando estés en frente del castillo es que estás en Francia. Lo segundo, que morís por entrar. Lo tercero, que vivir en La Candelaria es el sueño de toda princesa. Construida dentro de un parque de 8000 hectáreas, no es un hotel de lujo ni un spa: es una verdadera estancia del siglo pasado con más de 170 años de historia. Toda esta magia, a cargo de un equipo francés de primera línea: el arquitecto Albert Favre, el constructor Moliere y el paisajista Carlos Thays (¡hay más de 240 especies de flora!). En La Candelaria no sólo te vas a alejar del ruido de la ciudad y a descasar en un lugar verde: vas a poder pasear en sulkys antiguos, disfrutar de caminatas por el bosque, practicar deportes, degustar los más tradicionales sabores porteños o jugar al polo, entre otras actividades. Para que termines de tentarte, ¿recorremos La Candelaria?
Dentro del castillo hay 10 habitaciones: 8 clásicas y 2 suites, que ya son un capricho exquisito, porque en las clásicas hay más de lo que podríamos desear! Los empapelados de la pared, las cómodas, las mesas de luz, las camas y roperos estilo Luis XV y Luis XVI, los descansos iluminados con vitraux franceses, los ventanales con vista al parque, los sillones de pana…todo nos transporta a épocas pasadas, y nos recuerda a personajes de Mujercitas, Orgullo y Prejuicio y, por qué no, Lo que el viento se llevó. Si esto te resulta o muy de novela o muy lujoso, en otra de las construcciones del parque, una alternativa rústica y campestre: las habitaciones coloniales con hogar a leña. ¡Pero hay más! Si tu espíritu, en cambio, es aventurero, tenés que dormir en el Molino Holandés (¡no es sólo un nombre lindo, tiene verdadera forma de molino!) o en los Bungalows del bosque. Un dato divertido: en el bosque se esconden liebres, zorros, hures y comadrejas.
Además de ofrecer mágicas estadías, La Candelaria está equipada para todo tipo de eventos: empresariales, sociales, family days y producciones fotográfica. Para las más dulces y románticas bodas, la estancia cuenta con su propia capilla y carruajes antiguos con majestuoso caballos blancos! Y hablando de amores…una promo pensada para nosotras: los viernes románticos de La Candelaria ofrecen estadías exclusivas para parejas. ¿Cómo es el plan? Tu príncipe te busca por tu trabajo a las 17. Llegan a La Candelaria a las 18, recorren el castillo, brindan con champagne, cenan a la luz de las velas en un salón encantado y pasan la noche en una de las increíbles suites de la estancia. Al día siguiente: desayuno, almuerzo, merienda y fiesta gaucha, un festejo tan autóctono como original, con partido de polo, visita guiada dentro del Castillo, demostración gastronómica, show folclórico y destreza gaucha.
Elegí tu mejor vestido, porque vas a volver hecha una princesa.
Estancia La Candelaria.
www.estanciacandelaria.com
Ruta Nacional Nº 205, km 114, 5
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(02227) 424404 / 494132 / 494473
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